Komaki, la de los sueños improbables (pero no imposibles)

Nacida en el siglo pasado, en un año acabado con un número mágico. Una chica rara, diferente, algo solitaria y con poca empatía que sueña con cabinas voladoras, detectives con calaveras, dioses griegos, viajes en el tiempo y cascos de robot. Adora la cultura japonesa, el manga, el anime, el arte impresionista y noveau, los sinsentidos, el olor a hierba cortada y el frío. Ha leído pocas historias para su extraño gusto: Harry Potter, Percy Jackson y los Dioses del Olimpo, Los Juegos del Hambre, Las Crónicas de la Torre, Cuentos de Bereth, Tempus Fugit, La Emperatriz de los Etéreos, Fairy Oak, El Nombre del Viento, La Historia Interminable, El Principito... y un largo etcétera. Se considera muy fanática de Doctor Who, Torchwood, Downton Abbey, The Big Bang Theory, Little Britain y Polseres Vermelles, y sus películas favoritas son Amelie, Nicky Aprendiz de Bruja, Vacaciones en Roma, Hairspray y Orgullo y Prejuicio. Soñando que algún día todas esas historias cobrarán vida delante de sus ojos, mientras escucha a sus dos robotitos favoritos, o a Hayley Williams, o incluso Adele. La que adora rallar sus libretas hasta que los garabatos se rebelen en sus pensamientos, la que silba melodias desconocidas, desafinadas, que intentan hipnotizar al que pase por ahí cerca. La que ya no sabe que escribir más, la de los pensamientos fugaces.

Y está chica, o más bien soñadora, decidió abrir un blog para compartir con vosotros aquello que leía o florecía en su mente detectivesca. Un Estudio En Tinta, donde espera conoceros a todos y cada uno de vosotros. (y quizás abrazaros, porque es algo que le gusta, y mucho)